En el Juego del Calamar todos fuimos ‘Gganbu’

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En el Juego del Calamar todos fuimos 'Gganbu' 1

El Juego del Calamar se ha extendido entre nuestros ‘Gganbus’ con el boca a boca. En tan solo una semana, el nuevo éxito de Netflix se había convertido en un fenómeno de masas imposible de eludir. Se estrenó el 17 de septiembre y todos hemos hecho partícipes a nuestros allegados para que den una oportunidad a este macabro juego visual y narrativo que no deja a nadie indiferente. 

 

El título de la serie y su procedencia coreana suele ser una luz roja a la hora de recomendarla. Sin embargo, las bromas y los prejuicios caen en tan solo unos minutos. Antes de que te des cuenta estás en una estación de metro recibiendo una invitación para quedarte durante los siguientes 8 episodios y no vas a rechazarla. El espectador comienza a enfundarse el chándal numerado para no perder detalle de lo que está por llegar. Te acomodas en el sofá y ves en las redes que todos estáis dentro del juego. Luz verde, ya puedes correr y parar. 

Subes esas escalinatas de colores camino del primer gran evento de la serie. Y es que este arranque es posiblemente uno de los mayores aciertos de la producción. El hecho de que sea un juego infantil mundialmente popular hace que la implicación aumente entre todo el público. Con una paleta de colores descomunal e infantil, la muñeca comienza a contar desde el árbol y se convierte en un símbolo que lo tiene todo para prevalecer en el tiempo. Uno a uno van cayendo mientras observas atónito el gore que experimentarán tus juegos de la infancia.

El capítulo 2 arranca de una manera excelente con la tentación del premio y con una regla que permite a los jugadores abandonar si consiguen ser mayoría. Aparecen los rasgos de cada personaje y salen a relucir sus problemas. Pero este inicio se va diluyendo y se convierte en uno de los capítulos más lentos de ver. No obstante, es absolutamente necesario para poder dibujar el perfil de los protagonistas.

Cho Sang-woo
              Cho Sang-woo calla en El hombre del paraguas

Con el hombre del paraguas tendremos la primera pincelada que nos hará dudar de Cho Sang-woo. Y es que cuando Gi-hun escoge el paraguas, su amigo ya sabe que será la opción más compleja. Sin embargo, no le advierte y Sae-byeok, que observa atentamente la situación, no duda en ir a la fila de Cho. Aunque la prueba transcurre sin mayor incidencia entre los protagonistas, ya se deja entrever que no todos están jugando limpio. Algo que se reafirma con la batalla campal nocturna, que deja casi más muertes que la prueba anterior. 

La cuerda se convierte en soga cuando vemos que cambia el paradigma. Si antes se competía por salvarse uno mismo, ahora hay que condenar a los oponentes. Los soldados ya no serán los que aprieten el gatillo y la conciencia asume un papel importante. Es algo en lo que no hace mucho hincapié la serie para no hacer ver al espectador que sus protagonistas le han quitado la vida a otros 10 participantes. Es por eso que se introduce como último ‘ejecutor’ al hacha y así disimular la verdadera crueldad. La llegada de cajas de regalo como féretro, otro puntazo que nos regalará la serie.

EL CAPÍTULO 6: Gganbu

Pero el punto de excelencia de El Juego del Calamar se consigue en el capítulo 6 con las canicas. Una auténtica joya que resulta inolvidable de principio a fin. Un episodio completamente perfecto. Redondo. De los que tocan techo y pasan a la hemeroteca de tus recuerdos. Las tramas se bifurcan entre personajes cuando el Game Master pide que busquen una pareja. Y quiero pararme en este punto porque el principal pensamiento es que serán parejas de dos las que se enfrenten contra otras. Esto hace que se junten por afinidad entre iguales. Incluso el matrimonio no duda en afrontar el reto juntos.

Mirada matrimonio Juego del Calamar

Cuando descubrimos que tendrán que jugarse la vida de tú a tú, la narrativa gira por completo. Despierta el instinto individual. La mirada del matrimonio se describe por sí misma. Gi-hun y el espectador se rompen en pedazos al ver el rostro de Oh Il-Nam (nº1) que, además, comienza a reflejar síntomas de Alzheimer. Ji-yeong y Sae-byeok tratan de aceptar su destino narrando su pasado y jugándosela a un lanzamiento. Mientras que Cho Sang-Woo termina por sacar su instinto de supervivencia traicionando a un bondadoso Ali Abdul.

En el Juego del Calamar todos fuimos 'Gganbu' 2La manera de afrontar este juego de las canicas nos expone ante nuestro yo verdadero. ¿Qué tipo de actitud tomarías en una situación límite? Sang-Woo se descara como el ‘todo vale’ si se trata de sobrevivir. Sae-byeok opta por jugársela a una sola tirada pero rompe en llanto cuando Ji-yeong prefiere sacrificarse porque considera que fuera no tiene nada. Diferentes formas de enfrentar los problemas que dan lugar a conversaciones profundas fuera de la serie.

Y luego está Gi-hun con Oh Il-Nam. Teniendo el juego perdido, se abre la esperanza con esa lapsus de memoria de número 1… al que engaña sucesivamente hasta pensar que tiene todas las canicas. El protagonista sabe que está actuando en contra de sus principios, tú desde casa también. Pero, en esa situación es complicado de juzgar sus formas ante una persona mayor con un tumor diagnosticado. Al espectador le surge una dicotomía que le pone contra la pared y consigue que su yo interior se posicione sobre lo que está viendo. Pero la narrativa depara un giro más:

 

– ¿Quiere que me lo juegue todo por una canica? ¡Qué tontería dice, no tiene sentido!
– ¿Y engañarme y quitarme mis canicas tiene sentido? (…) Toma, cógela. Es tuya. Los amigos gganbu comparten todo lo que tienen. 

En el Juego del Calamar todos fuimos 'Gganbu' 3
En este momento todo se desmorona. El gore de la serie desaparece para dejar paso a las lágrimas y elevar el capítulo a un escalón memorable. Il-Nam había sido plenamente consciente del engaño y lo había permitido. Se había divertido jugando. Ya no necesitaba nada más.

UN DESENLACE A LA ALTURA CON UN GRAN ‘PERO’

Y quiero pasar al cierre directamente a pesar de que el juego de las baldosas tiene mucha miga. El destape de la personalidad de Sang-Woo en contraposición a Sae-byeok y Gi-hun. O la muerte merecida de Jang Deok-su. También descubrimos el paradero del hermano del policía y la subtrama de la élite apostando con la vida de los demás que posiblemente tenga más empaque en el futuro. 

El juego que cierra el ciclo no podía ser otro que El Juego del Calamar, con menos intriga que los anteriores, pero consigue mantener intacta la dignidad de Gi-hun. La forma en la que se narra esa acción final deja justificado cualquier decisión que tome el protagonista. Sin embargo, el hecho de perdonarle la vida a su ‘amigo’ de la infancia y querer abandonar a tan solo un paso… le dan un trasfondo al personaje que multiplica el valor de la serie. 

Tras finalizar el juego, Gi-hun vuelve a casa demasiado tarde para despedirse de su madre. El dinero que ha ganado nunca le podrá devolver ese último adiós. Con esa escena abrazados en la cama se podría haber cerrado perfectamente la serie o después de unir al hermano de Sae-byeok con la madre Sang-WooPero cometieron un error.

En el Juego del Calamar todos fuimos 'Gganbu' 4Una transición a negro nos advierte de que ya ha pasado un año y Gi-hun no ha tocado el dinero que ha ganado. Cerca del río, una mujer se acerca al protagonista y le deja una tarjeta con una dirección. Detrás de todo este macabro juego se escondía uno de los personajes que más cariño había generado. Con este giro innecesario se destroza la emotividad y queda empañado la belleza narrativa del capítulo 6. El valor de la canica deja de ser el mismo después de esto. Y más cuando el personaje ‘vuelve’ a fallecer en la cama. Honestamente no creo que compense ensuciar la imagen de número 1 para convertirlo en villano. Y más cuando este tipo de recursos ya no resultan del todo originales.

La primera temporada de El Juego del Calamar llega a su fin con una muy buena nota. Una serie excelsa que probablemente nos transporte a una nueva parada de metro. Mientras tanto dejaremos colgado el chándal y estaremos preparados para volver a jugar cuando Netflix decida traer la segunda parte.

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4 comentarios en “En el Juego del Calamar todos fuimos ‘Gganbu’

  1. He tenido que parar de leer tu post, porque viniendo de ver la saga de los juegos del hambre en Netflix, que me sugiriera seguir ahora con “el juego del calamar” parecía poco menos que una broma. Pero ahora leyendo tus primeras líneas veo que tal vez se trata de algo grande y de que vale la pena, así que no te voy a seguir leyendo para que no me la destripes y me guardo la lectura para cuando acabe.
    Ya te hice caso con “la casa de papel” y no decepcionó, así que vamos a ver esta que tal…
    Gracias!!

    1. Es una muy buena opción para continuar a Los Juegos del Hambre. Aunque no es lo mismo tiene rasgos parecidos. Guste más o menos creo que es una de esas series que no te hacen perder el tiempo y tienen lo necesario para engancharte. Seguro que no te arrepientes de echarle un ojo. Graciaaas!

    1. Jajajajaj Desde luego te atrapa desde el final del primer capítulo. Le encuentro alguna pega por lo que describo en el artículo. Le quitan valor a un capítulo inmenso para hacer un giro algo predecible. Pero es una opinión bastante subjetiva y en líneas generales es muy disfrutable el conjunto de la serie. Abrazo fuerte!

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