Sociedad del sandwich mixto, mediocridad, idiocracia, y otras reflexiones
Hace un tiempo leí un artículo que me llamó la atención.
Se trataba de un artículo que hablaba del nuevo libro del filósofo y profesor de sociología Alain Deneault, Mediocracia, cuando los mediocres llegan al poder (Ed. Turner) y para ello utiliza la analogía con “el sandwich mixto”.
Podríamos decir que el sándwich mixto es un plato sencillamente mediocre. No malo, ojo, me-dio-cre. Es decir, «de calidad media», según estricta definición de la RAE. «De poco mérito». Vamos, del montón.
Podéis leerlo aquí: https://www.elmundo.es/papel/historias/2019/09/03/5d6ea47d21efa076048b4612.html
La verdad es que coincido bastante con el diagnóstico. Esta sociedad no premia a aquellos que cuestionan el status-quo y tienen una voluntad de mejorar el sistema en el que conviven.
Lo mediocre ahora es la norma, lo normal, y si te pasas de listo eres el raro, un inconformista, indignado, friki, cultureta, sabiondo o cualquier otra etiqueta que indique que no eres normal.
El análisis me recordó a una película que vi hace mucho tiempo: Idiocracia.
De la película solo puedo recomendar los primeros minutos, el resto, a mi gusto, deja bastante que desear.
El comienzo de la película plantea la situación de una pareja de clase media con unos trabajos estables, que se plantea si tener hijos o no en base a su futuro profesional y otras cuestiones.
En el film, vemos como en las clases más bajas los hijos se tienen muy temprano y, además, las mujeres pueden tener diferentes bebés con distintos padres. Resumiendo: mientras que de una pareja “culta” nace un niño, de las clases más bajas, con menos acceso a estudios y menos interés por la cultura, nacen 13.
Si hacemos correr el reloj de los años, rápidamente llegamos a una situación en la que la malloría de la gente de la tierra es básicamente “idiota”.
Por supuesto, creo que no tiene nada que ver con que los niños nacidos de las clases más bajas sean menos inteligentes que los nacido de las clases más altas. De hecho, hay infinidad de ejemplos de genios que nacieron en familias humildes o pobres y luego sus trabajos cambiaron la visión del mundo.
La reflexión que apunta la película, en cambio, creo que tiene más que ver con la idiotización a la que se nos intenta inducir en los principales medios de comunicación.
Como reflexiona Alain Deneault en su libro, la mediocridad es ahora promovida por las altas esferas, y es que solo hace falta hechar un vistazo a los medios de comunicación y a nuestros políticos, pero sobretodo a la sistema educativo y a la calidad de los puestos de trabajo.
<<Tenemos a gente que produce alimentos en cadenas de montaje sin saber cocinar ni un sándwich de jamón y queso, que te dan la turra por teléfono con estimulantes tarifas que ni ellos mismos entienden, que venden libros que jamás leerían. Que trabajan como la media porque el trabajo no es para ellos más que (valga la redundancia) un mediocre medio de supervivencia>>.
Y el problema de base es que a esto es a lo que se nos prepara desde pequeños en las escuelas. El modelo educativo prusiano solo quiere adoctrinar a los jovenes aprendices a ser buenos acatadores de ordenedes, a saber trabajar en cadena y eventualmente en equipo, a competir con tus compañeros y a no pensar mucho más allá del libro y de lo que se plantea en el temario.
Los niños pasan por la escuela para formarse como futuros trabajadores y son clasificados según sus capacidades para que ocupen el puesto que mejor les corresponde. Aunque después en ese trabajo, sea del rango que sea, se seguirá premiando la mediocridad y la servidumbre.
El sistema no quiere a un maestro que no sepa ni usar la fotocopiadora, pero menos aún aceptará a un maestro que cuestione el programa educativo tratando de mejorar la media. Tampoco admitirá al empleado de una empresa que intente mostrar una pizca de moralidad en una compañía sometida a la presión de sus accionistas.
Traslade el modelo a cualquier otra profesión y encontrará un panorama con profesores universitarios que en lugar de investigar rellenan formularios, periodistas que ocultan grandes escándalos para generar clics con noticias de consumo rápido, artistas tan revolucionarios como subvencionados y políticos de extremo centro.
En fin, solo quería comentar un poco estos pensamientos aunque sea de esta forma un tanto desordenada.
A ver si voy mejorando con la práctica.
Os dejo el enlace al libro en Amazon por si os interesa:

Jorge me ha gustado mucho este artículo y tienes mucha razón.
Le echare un vistazo a Mediocracia.
Un beso