Un 1º de Mayo atípico
Ayer fue un 1º de Mayo atípico, sin manifestaciones en la calle, sin besos y abrazos a los camaradas, pero no por eso es un día sin reivindicaciones. El COVID-19 nos ha cambiado la vida, pero hoy más que nunca, tenemos mucho por lo que luchar. Hay necesidades que se hacen imperiosas como luchar por un sistema público. No podemos desmantelar la sanidad pública. Cuando esto se acabe, y no tengamos aplausos en los balcones, entonces tendremos que demostrar que esto no ha quedado en agua de borrajas y hay que seguir luchando por nuestra preciada sanidad pública.
Hoy no hay trabajadoras ni trabajadores en la calle, pero nuestra voz y nuestra lucha sigue en pie. Hoy más que nunca hay que luchar por la igualdad entre personas, hay que seguir trabajando para que desaparezca la violencia de género, por una educación pública y de calidad, por un planeta que nos necesita y nos pide a gritos que si no somos capaces de hacerlo, nuestros nietos no lo conocerán tal y como se merecen.
Desde la aparición del COVID-19 me he reafirmado que lo colectivo es mejor que el individualismo. Juntos conseguiremos parar al maldito bicho, y eso nos tiene que hacer pensar que juntos y juntas somos capaces de cambiar la sociedad y lograr un mundo mejor.
Hoy mis aplausos son para todas y todos los que no se conforman, son para los que tienen inquietudes, para los que no se esconden, son para los que tienen ilusiones, para las personas que tienen que cruzar un mar exponiéndose a perder la vida para tener un futuro mejor o simplemente porque están huyendo de una maldita guerra, para las mujeres e hijos que son víctimas del maltrato.
Un 1º de Mayo diferente sin pancartas, sin abrazos, pero como siempre reivindicativo.
Olè muy bueno
Eres increíble Toñy, necesitamos gente como tú.
No cambies nunca.
Un beso
Gran artículo Tonyi. Y mil gracias por participar en este ilusionante proyecto. Besos